34 Jesús insistió:— Te aseguro que esta misma noche, antes de que cante el gallo, tú me habrás negado tres veces.
35 Pedro insistió:— ¡Yo no te negaré, aunque tenga que morir contigo!Y lo mismo decían los otros discípulos.
36 Llegó Jesús, acompañado de sus discípulos, al lugar llamado Getsemaní, y les dijo:— Quedaos aquí sentados mientras yo voy un poco más allá a orar.
37 Se llevó consigo a Pedro y a los dos hijos de Zebedeo y comenzó a sentirse afligido y angustiado;
38 entonces les dijo:— Me está invadiendo una tristeza de muerte. Quedaos aquí y velad conmigo.
39 Se adelantó unos pasos más y, postrándose rostro en tierra, oró así:— Padre mío, si es posible, aparta de mí esta copa de amargura; pero no se haga lo que yo quiero, sino lo que quieres tú.
40 Volvió entonces a donde estaban los discípulos y, al encontrarlos dormidos, dijo a Pedro:— ¿Ni siquiera habéis podido velar una hora conmigo?