1 Guardaos de hacer el bien en público sólo para que la gente os vea. De otro modo, no recibiréis recompensa de vuestro Padre que está en los cielos.
2 Por eso, cuando socorras a algún necesitado, no lo pregones a bombo y platillo, como hacen los hipócritas en las sinagogas y en las calles, para que la gente los alabe. Os aseguro que esos ya han recibido su recompensa.
3 Cuando socorras a un necesitado, hazlo de modo que ni siquiera tu mano izquierda sepa lo que hace tu derecha.
4 Así tu buena obra quedará oculta y tu Padre, que ve en lo escondido, te recompensará.
5 Cuando oréis, no hagáis como los hipócritas, que son muy dados a orar de pie en las sinagogas y en las esquinas de las calles, para que todo el mundo los vea. Os aseguro que ya han recibido su recompensa.