6 Entre ellas os contáis vosotros, elegidos para pertenecer a Jesucristo.
7 A todos los que residís en Roma y habéis sido elegidos por Dios con amor para formar parte de su pueblo, os deseo gracia y paz de parte de Dios, nuestro Padre, y de Jesucristo, el Señor.
8 Quiero empezar dando gracias por todos vosotros a mi Dios, mediante Jesucristo, porque en el mundo entero se habla con admiración de vuestra fe.
9 Dios mismo, a quien sirvo de todo corazón anunciando la buena noticia de su Hijo, puede garantizar que pienso constantemente en vosotros.
10 Una y otra vez insto a Dios en mis oraciones, a ver si tiene a bien facilitarme el que por fin pueda visitaros.
11 ¿Hará falta que os diga cuántas ganas tengo de veros y poder así comunicaros algún bien espiritual que os fortalezca?
12 Aunque, en realidad, se trata de animarnos mutuamente con esa fe que vosotros y yo tenemos en común.