29 Estoy seguro de que la visita que pienso haceros cuenta con la plena bendición de Cristo.
30 Finalmente, hermanos, un favor os pido por nuestro Señor Jesucristo y por el amor del Espíritu: apoyadme con vuestras oraciones ante Dios
31 para que pueda escapar con bien de los que en Judea se oponen a la fe y para que la ayuda que llevo a Jerusalén sea bien acogida por aquellos hermanos.
32 De este modo, cuando, Dios mediante, vaya a visitaros, será grande mi alegría y podré descansar entre vosotros.
33 Que Dios, fuente de paz, esté con todos vosotros. Amén.