18 Entonces dijo: "Si en paz han salido, préndanlos vivos; o si en guerra han salido, préndanlos vivos."
19 Salieron, pues, aquéllos de la ciudad, los jóvenes de los jefes de las provincias y el ejército que los seguía.
20 Y mató cada uno a su hombre; los Arameos huyeron e Israel los persiguió, y Ben Adad, rey de Aram, escapó a caballo con algunos jinetes.
21 El rey de Israel salió y atacó los caballos y los carros, y derrotó a los Arameos causándoles gran matanza.
22 Entonces el profeta se acercó al rey de Israel, y le dijo: "Vaya, fortalézcase, y entienda bien lo que tiene que hacer; porque a la vuelta del año el rey de Aram subirá contra usted."
23 Y los siervos del rey de Aram le dijeron: "Sus dioses son dioses de los montes, por eso fueron más fuertes que nosotros; mejor peleemos contra ellos en la llanura, pues ¿no seremos más fuertes que ellos?
24 "Haga, pues, esto: quite a los reyes, cada uno de su puesto, y ponga capitanes en su lugar.