27 Y los gobernadores abastecían, cada uno un mes, al rey Salomón y a todos los que venían a la mesa del rey Salomón. No dejaban que faltara nada.
28 También llevaban, cada uno según su obligación, cebada y paja para los caballos de tiro y los corceles al lugar donde debieran estar.
29 Dios dio a Salomón sabiduría, gran discernimiento y amplitud de corazón como la arena que está a la orilla del mar.
30 Y la sabiduría de Salomón sobrepasó la sabiduría de todos los hijos del oriente y toda la sabiduría de Egipto.
31 Porque era más sabio que todos los hombres, más que Etán el Ezraíta, Hemán, Calcol y Darda, hijos de Mahol; y su fama fue conocida por todas las naciones de alrededor.
32 También pronunció 3,000 proverbios, y sus cantares fueron 1,005.
33 Disertó sobre los árboles, desde el cedro que está en el Líbano hasta el hisopo que crece en la pared. También habló de ganados, aves, reptiles y peces.