11 Samuel preguntó: "¿Son éstos todos tus hijos?" Isaí respondió: "Aún queda el menor, es el que está apacentando las ovejas." Samuel insistió: "Manda a buscarlo, pues no nos sentaremos a la mesa hasta que él venga acá."
12 Y envió a buscarlo y lo hizo entrar. Era rubio, de ojos hermosos y bien parecido. Y el SEÑOR dijo: "Levántate, úngelo; porque éste es."
13 Entonces Samuel tomó el cuerno de aceite y lo ungió en medio de sus hermanos. Y el Espíritu del SEÑOR vino poderosamente sobre David desde aquel día en adelante. Luego Samuel se levantó y se fue a Ramá.
14 El Espíritu del SEÑOR se apartó de Saúl, y un espíritu malo de parte del SEÑOR lo atormentaba.
15 Entonces los siervos de Saúl le dijeron: "Puesto que un espíritu malo de parte de Dios lo está atormentando,
16 ordena ahora nuestro señor a sus siervos que están delante de usted, que busquen un hombre que sepa tocar el arpa, y cuando el espíritu malo de parte de Dios esté sobre usted, él tocará con su mano y le pondrá bien."
17 Entonces Saúl dijo a sus siervos: "Búsquenme ahora un hombre que toque bien y tráiganmelo."