3 El hombre se llamaba Nabal, y su mujer se llamaba Abigail. Y la mujer era inteligente y de hermosa apariencia, pero el hombre era áspero y malo en sus tratos, y era Calebita.
4 Y David oyó en el desierto que Nabal estaba trasquilando sus ovejas.
5 Entonces David envió diez jóvenes, y les dijo: "Suban a Carmel, visiten a Nabal y salúdenlo en mi nombre;
6 y le dirán así: 'Ten una larga vida, paz para ti, paz para tu casa y paz para todo lo que tienes.
7 'He oído que tienes esquiladores. Ahora bien, tus pastores han estado con nosotros, y no los hemos maltratado, ni les ha faltado nada todos los días que estuvieron en Carmel.
8 'Pregunta a tus criados, y ellos te lo dirán. Por tanto, permite que mis criados hallen gracia ante tus ojos, porque hemos llegado en un día de fiesta. Te ruego que de lo que tengas a mano, des a tus siervos y a tu hijo David.'"
9 Cuando llegaron los jóvenes de David, dijeron a Nabal todas estas palabras en nombre de David; entonces esperaron.