21 La mujer se acercó a Saúl, y viendo que estaba aterrorizado, le dijo: "Mire, su sierva le ha obedecido y he puesto mi vida en peligro al oír las palabras que usted me habló.
22 "Ahora pues, le ruego que también escuche la voz de su sierva, y me permita poner delante de usted un bocado de pan para que coma y tenga fuerzas cuando siga su camino."
23 Pero él rehusó, y dijo: "No comeré." Sin embargo, sus siervos junto con la mujer le insistieron, y él los escuchó. Se levantó, pues, del suelo y se sentó en la cama.
24 La mujer tenía en casa un ternero engordado y se apresuró a matarlo; y tomando harina, la amasó y horneó de ella pan sin levadura.
25 Y lo trajo delante de Saúl y de sus siervos, y comieron. Después se levantaron y se fueron aquella noche.