4 Pero los jefes de los Filisteos se enojaron contra él, y le dijeron: "Haz que ese hombre se vaya, y regrese al lugar que le asignaste, y no le permitas que descienda a la batalla con nosotros, no sea que en la batalla se convierta en nuestro adversario. Pues, ¿con qué podría hacerse él aceptable a su señor? ¿No sería con las cabezas de estos hombres?
5 "¿No es éste David, de quien cantaban en las danzas, diciendo: 'Saúl mató a sus miles, Y David a sus diez miles'?"
6 Aquis llamó a David y le dijo: "Vive el SEÑOR que tú has sido recto; tu salir y tu entrar en el ejército conmigo son agradables a mis ojos, pues no he hallado mal en ti desde el día en que te pasaste a mí hasta hoy. Sin embargo, no eres agradable a los ojos de los príncipes.
7 "Ahora pues, vuelve y vete en paz, para que no desagrades a los príncipes de los Filisteos."
8 Y David dijo a Aquis: "Pero, ¿qué he hecho? ¿Y qué ha hallado en su siervo desde el día en que estuve delante de usted hasta hoy, para que yo no vaya y pelee contra los enemigos de mi señor el rey?"
9 Aquis respondió a David: "Yo sé que eres grato a mis ojos como un ángel de Dios; sin embargo, los comandantes de los Filisteos han dicho: 'El no debe subir con nosotros a la batalla.'
10 "Por tanto, levántate muy de mañana con los siervos de tu señor que han venido contigo, y luego que se hayan levantado temprano y haya claridad, partan de aquí ."