20 "En cuanto a tus asnas que se perdieron hace tres días, no te preocupes por ellas pues han sido halladas. Y ¿para quién es todo lo deseable en Israel? ¿No es para ti y para toda la casa de tu padre?"
21 Saúl respondió: "¿No soy yo Benjamita, de la más pequeña de las tribus de Israel, y no es mi familia la menos importante de todas las familias de la tribu de Benjamín? ¿Por qué, pues, me habla de esta manera?"
22 Entonces Samuel tomó a Saúl y a su criado, los llevó a la sala y les dio un lugar a la cabecera de los invitados, que eran unos treinta hombres.
23 Y Samuel dijo al cocinero: "Trae la porción que te di, de la cual te dije: 'Ponla aparte.'"
24 Entonces el cocinero alzó el pernil con lo que estaba en él y lo colocó delante de Saúl. Y Samuel dijo: "Esto es lo que estaba reservado. Ponlo delante de ti y come, porque ha sido guardado para ti hasta el momento señalado, ya que dije: He invitado al pueblo." Y Saúl comió con Samuel aquel día.
25 Cuando descendieron del lugar alto a la ciudad, Samuel habló con Saúl en el terrado.
26 Se levantaron temprano, y al romper el alba Samuel llamó a Saúl en el terrado y le dijo: "Levántate, para que yo te despida." Saúl se levantó, y ambos, Saúl y Samuel, salieron a la calle.