5 Cuando le avisaron a David, envió mensajeros a encontrarse con ellos, porque los hombres estaban sumamente avergonzados. Y el rey les dijo: "Quédense en Jericó hasta que les crezca la barba, y después vuelvan."
6 Al ver los Amonitas que se habían hecho odiosos a David, los Amonitas mandaron a tomar a sueldo a los Arameos de Bet Rehob y a los Arameos de Soba, 20,000 soldados de a pie, y del rey de Maaca 1,000 hombres, y de Is Tob 12,000 hombres.
7 Cuando David se enteró, envió a Joab y a todo el ejército de los valientes.
8 Y los Amonitas salieron y se pusieron en orden de batalla a la entrada de la ciudad, mientras que los Arameos de Soba y de Rehob y los de Is Tob y de Maaca estaban aparte en el campo.
9 Viendo Joab que se le presentaba batalla por el frente y por la retaguardia, escogió de entre todos los mejores hombres de Israel, y los puso en orden de batalla contra los Arameos.
10 Al resto del pueblo lo colocó al mando de su hermano Abisai y lo puso en orden de batalla contra los Amonitas.
11 Y dijo: "Si los Arameos son demasiado fuertes para mí, entonces tú me ayudarás, y si los Amonitas son demasiado fuertes para ti, entonces vendré en tu ayuda.