1 Sucedió que cuando el rey David ya moraba en su casa, y el SEÑOR le había dado descanso de sus enemigos por todos lados,
2 el rey dijo al profeta Natán: "Mira, yo habito en una casa de cedro, pero el arca de Dios mora en medio de cortinas."
3 Entonces Natán dijo al rey: "Vaya, haga todo lo que está en su corazón, porque el SEÑOR está con usted."
4 Y esa misma noche la palabra del SEÑOR vino a Natán: