12 No te alegres en el día de tu hermano, En el día de su exterminio. No te alegres de los hijos de Judá En el día de su destrucción. Sí, no te jactes En el día de su angustia.
13 No entres por la puerta de Mi pueblo En el día de su ruina. Sí, no te alegres tú de su desgracia En el día de su ruina; No te apoderes de sus riquezas En el día de su ruina.
14 No aceches en la encrucijada Para exterminar a sus fugitivos, Y no entregues a sus sobrevivientes En el día de su angustia.
15 Porque se acerca el día del SEÑOR sobre todas las naciones. Como tú has hecho, te será hecho; Tus acciones recaerán sobre tu cabeza.
16 Como ustedes bebieron en Mi santo monte, Así beberán continuamente todas las naciones. Beberán y tragarán, Y serán como si no hubieran sido.
17 Pero en el Monte Sion quedará un remanente, Y será lugar santo, Y la casa de Jacob volverá a tomar sus posesiones.
18 Entonces la casa de Jacob será un fuego, Y la casa de José una llama, Y hojarasca la casa de Esaú. Los quemarán y los consumirán, Y no quedará sobreviviente alguno de la casa de Esaú," Porque el SEÑOR ha hablado.