5 Yo me levanté para abrir a mi amado; Y mis manos destilaron mirra, Y mis dedos mirra líquida, Sobre las manecillas de la cerradura.
6 Abrí yo a mi amado, Pero mi amado se había retirado, se había ido. Tras su hablar salió mi alma. Lo busqué, y no lo hallé; Lo llamé, y no me respondió.
7 Me hallaron los guardas que rondan la ciudad, Me golpearon y me hirieron; Me quitaron de encima mi chal los guardas de las murallas.
8 Yo les ruego, oh hijas de Jerusalén, Si encuentran a mi amado, ¿Qué le han de decir?: Que estoy enferma de amor."
9 "¿Qué clase de amado es tu amado, Oh la más hermosa de las mujeres? ¿Qué clase de amado es tu amado, Que así nos ruegas?"
10 "Mi amado es apuesto y sonrosado, Distinguido entre diez mil.
11 Su cabeza es como oro, oro puro, Sus cabellos, como racimos de dátiles, Negros como el cuervo.