2 Y todos los siervos del rey que estaban a la puerta del rey se inclinaban y se postraban ante Amán, porque así había ordenado el rey en cuanto a él; pero Mardoqueo ni se inclinaba ni se postraba.
3 Entonces los siervos del rey, que estaban a la puerta del rey, dijeron a Mardoqueo: "¿Por qué traspasas el mandato del rey?"
4 Después que ellos le estuvieron hablando día tras día y él se había negado a escucharlos, se lo informaron a Amán para ver si la palabra de Mardoqueo era firme, porque él les había declarado que era Judío.
5 Cuando Amán vio que Mardoqueo no se inclinaba ni se postraba ante él, Amán se llenó de furor.
6 Y él no se contentó con echar mano sólo a Mardoqueo, pues le habían informado cuál era el pueblo de Mardoqueo. Por tanto Amán procuró destruir a todos los Judíos, el pueblo de Mardoqueo, que estaban por todo el reino de Asuero.
7 En el mes primero, que es el mes de Nisán, el año doce del rey Asuero, se echó el Pur, es decir la suerte, delante de Amán para cada día y cada mes hasta el mes doce, que es el mes de Adar.
8 Y Amán dijo al rey Asuero: "Hay un pueblo esparcido y diseminado entre los pueblos en todas las provincias de su reino; sus leyes son diferentes de las de todos los demás pueblos, y no guardan las leyes del rey, así que no conviene al rey dejarlos vivos .