17 'Así dice el SEÑOR: "En esto conocerás que Yo soy el SEÑOR: Yo golpearé con la vara que está en mi mano las aguas que están en el Nilo, y se convertirán en sangre.
18 "Los peces que hay en el Nilo morirán, y el río se corromperá y los Egipcios tendrán asco de beber el agua del Nilo."'"
19 El SEÑOR dijo también a Moisés: "Dile a Aarón: 'Toma tu vara y extiende tu mano sobre las aguas de Egipto, sobre sus ríos, sobre sus arroyos, sobre sus estanques, y sobre todos sus depósitos de agua, para que se conviertan en sangre. Habrá sangre por toda la tierra de Egipto, tanto en las vasijas de madera como en las de piedra.'"
20 Así lo hicieron Moisés y Aarón, tal como el SEÑOR les había ordenado. Aarón alzó la vara y golpeó las aguas que había en el Nilo ante los ojos de Faraón y de sus siervos, y todas las aguas que había en el Nilo se convirtieron en sangre.
21 Los peces que había en el Nilo murieron y el río se corrompió, de manera que los Egipcios no podían beber agua del Nilo. Había sangre por toda la tierra de Egipto.
22 Pero los magos (sacerdotes adivinos) de Egipto hicieron lo mismo con sus encantamientos (ciencias ocultas). El corazón de Faraón se endureció y no los escuchó, tal como el SEÑOR había dicho.
23 Entonces se volvió Faraón y entró en su casa, sin hacer caso tampoco de esto.