15 Para que sus corazones se acobarden y caigan muchos. En todas sus puertas he puesto la espada reluciente. ¡Ah!, hecha para centellear, Pulida para la matanza.
16 Muéstrate afilada, ve a la derecha; prepárate, ve a la izquierda, Adondequiera que tu filo sea dirigido.
17 También Yo batiré palmas, Y aplacaré Mi furor. Yo, el SEÑOR, he hablado."
18 Y vino a mí la palabra del SEÑOR:
19 "Tú, hijo de hombre, traza dos caminos por donde venga la espada del rey de Babilonia; ambos saldrán de una misma tierra. Haz una señal y ponla al comienzo del camino a la ciudad.
20 "Trazarás el camino por donde venga la espada hacia Rabá de los Amonitas, y hacia Judá, que en Jerusalén tiene su fortaleza.
21 "Porque el rey de Babilonia se ha detenido en la bifurcación del camino, al comienzo de los dos caminos, para emplear la adivinación. Sacude las flechas, consulta con los ídolos domésticos, observa el hígado.