30 "Pero en cuanto a ti, hijo de hombre, los hijos de tu pueblo hablan de ti junto a los muros y en las entradas de las casas; hablan el uno al otro, cada cual a su hermano, diciendo: 'Vengan ahora, y oigan cual es la palabra que viene del SEÑOR.'
31 "Y vienen a ti como viene el pueblo, y se sientan delante de ti como pueblo Mío, oyen tus palabras y no las cumplen sino que siguen los deseos sensuales expresados por su boca, y sus corazones andan tras sus ganancias.
32 "Y tú eres para ellos como la canción de amor de uno que tiene una voz hermosa y toca bien un instrumento; oyen tus palabras, pero no las ponen en práctica.
33 "Y cuando esto suceda, como ciertamente sucederá, sabrán que hubo un profeta en medio de ellos."