1 Entonces vino a mí la palabra del SEÑOR:
2 "Hijo de hombre, profetiza contra los pastores de Israel; profetiza y di a los pastores: 'Así dice el Señor DIOS: "¡Ay de los pastores de Israel que se apacientan a sí mismos! ¿No deben los pastores apacentar el rebaño?
3 "Comen la grasa, se han vestido con la lana, degüellan la oveja engordada, pero no apacientan el rebaño.
4 "Ustedes no han fortalecido a las débiles, no han curado a la enferma, no han vendado a la herida, no han hecho volver a la descarriada, no han buscado a la perdida; sino que las han dominado con dureza y con severidad.
5 "Las ovejas se han dispersado por falta de pastor, y se han convertido en alimento para toda fiera del campo. ¡Se han dispersado!