20 El hombre puso nombre a todo ganado y a las aves del cielo y a todo animal del campo, pero para Adán no se encontró una ayuda que fuera adecuada para él.
21 Entonces el SEÑOR Dios hizo caer un sueño profundo sobre el hombre, y éste se durmió. Y Dios tomó una de sus costillas, y cerró la carne en ese lugar.
22 De la costilla que el SEÑOR Dios había tomado del hombre, formó una mujer y la trajo al hombre.
23 Y el hombre dijo: "Esta es ahora hueso de mis huesos, Y carne de mi carne. Ella será llamada mujer, Porque del hombre fue tomada."
24 Por tanto el hombre dejará a su padre y a su madre y se unirá a su mujer, y serán una sola carne.
25 Ambos estaban desnudos, el hombre y su mujer, pero no se avergonzaban.