16 La joven era muy hermosa, virgen, ningún hombre la había conocido. Bajó ella a la fuente, llenó su cántaro y subió.
17 Entonces el siervo corrió a su encuentro, y le dijo: "Le ruego que me dé a beber un poco de agua de su cántaro."
18 "Beba, señor mío," le dijo ella. Y enseguida bajó el cántaro a su mano, y le dio de beber.
19 Cuando había terminado de darle de beber, dijo: "Sacaré también para sus camellos hasta que hayan terminado de beber."
20 Rápidamente vació el cántaro en el abrevadero, y corrió otra vez a la fuente para sacar agua, y sacó para todos sus camellos.
21 Entretanto el hombre la observaba en silencio, para saber si el SEÑOR había dado éxito o no a su viaje.
22 Cuando los camellos habían terminado de beber, el hombre tomó un anillo de oro que pesaba medio siclo (5.7 gramos), y dos brazaletes que pesaban diez siclos (114 gramos) de oro.