2 El SEÑOR se le apareció a Isaac y le dijo: "No desciendas a Egipto. Quédate en la tierra que Yo te diré.
3 "Reside en esta tierra y Yo estaré contigo y te bendeciré, porque a ti y a tu descendencia daré todas estas tierras, y confirmaré contigo el juramento que juré a tu padre Abraham.
4 "Multiplicaré tu descendencia como las estrellas del cielo, y daré a tu descendencia todas estas tierras. En tu simiente serán bendecidas todas las naciones de la tierra,
5 porque Abraham Me obedeció, y guardó Mi ordenanza, Mis mandamientos, Mis estatutos y Mis leyes."
6 Habitó, pues, Isaac en Gerar.
7 Cuando los hombres de aquel lugar le preguntaron acerca de su mujer, Isaac dijo: "Es mi hermana"; porque tenía temor de decir: "Es mi mujer." Porque pensaba: "no sea que los hombres del lugar me maten por causa de Rebeca, pues es de hermosa apariencia."
8 Y sucedió que después de haber estado ellos allí largo tiempo, Abimelec, rey de los Filisteos, miró por una ventana y vio a Isaac acariciando a Rebeca su mujer.