12 Tuvo un sueño, y vio que había una escalera apoyada en la tierra cuyo extremo superior alcanzaba hasta el cielo. Por ella los ángeles de Dios subían y bajaban.
13 El SEÑOR estaba de pie junto a él, y dijo: "Yo soy el SEÑOR, el Dios de tu padre Abraham y el Dios de Isaac. La tierra en la que estás acostado te la daré a ti y a tu descendencia.
14 "También tu descendencia será como el polvo de la tierra. Te extenderás hacia el occidente y hacia el oriente, hacia el norte y hacia el sur; y en ti y en tu simiente serán bendecidas todas las familias de la tierra.
15 "Ahora bien, Yo estoy contigo. Te guardaré por dondequiera que vayas y te haré volver a esta tierra. No te dejaré hasta que haya hecho lo que te he prometido."
16 Despertó Jacob de su sueño y dijo: "Ciertamente el SEÑOR está en este lugar y yo no lo sabía."
17 Y tuvo miedo y añadió: "¡Cuán imponente es este lugar! Esto no es más que la casa de Dios, y ésta es la puerta del cielo."
18 Jacob se levantó muy de mañana, y tomó la piedra que había puesto de cabecera, la erigió por señal y derramó aceite por encima.