11 El SEÑOR ha extendido Su mano sobre el mar, Ha hecho temblar los reinos. Ha dado orden respecto a Canaán para que destruyan sus fortalezas.
12 El ha dicho: 'No te divertirás más, Virgen oprimida, hija de Sidón. Levántate, pasa a Chipre. Aun allí no hallarás descanso.'
13 Miren la tierra de los Caldeos: Este pueblo no existía; Asiria lo designó para moradores del desierto. Ellos levantaron sus torres de sitio, despojaron sus palacios y la convirtieron en ruinas.
14 Giman, naves de Tarsis, Porque ha sido destruida su fortaleza.
15 Y acontecerá en aquel día que Tiro será olvidada por setenta años, como los días de un rey. Después de los setenta años le sucederá a Tiro como en la canción de la ramera:
16 'Toma la lira, anda por la ciudad, Oh ramera olvidada. Tañe hábilmente las cuerdas, canta muchas canciones, Para que seas recordada.'"
17 Y sucederá que después de los setenta años el SEÑOR visitará a Tiro. Entonces ella regresará a su paga de ramera, y se prostituirá con todos los reinos sobre la superficie de la tierra.