2 Abran las puertas para que pueda entrar la nación justa, La que permanece fiel.
3 Al de firme propósito guardarás en perfecta paz, Porque en Ti confía.
4 Confíen en el SEÑOR para siempre, Porque en DIOS el SEÑOR, tenemos una Roca eterna.
5 Porque El ha abatido a los que moran en lo alto, a la ciudad inconmovible; La humilla, la humilla hasta la tierra, la derriba hasta el polvo,
6 Y la pisotearán los pies, Los pies de los afligidos, las pisadas de los desvalidos."
7 La senda del justo es rectitud. Tú, que eres recto, allana el sendero del justo.
8 Ciertamente, siguiendo la senda de Tus juicios, Oh SEÑOR, Te hemos esperado. Tu nombre y Tu memoria son el anhelo del alma.