20 Porque el violento tendrá su fin, el insolente será acabado, Y serán cortados todos los que se desvelan para hacer el mal;
21 Los que hacen que una persona sea acusada por una palabra, Y tienden lazos al que juzga en la puerta, Y defraudan al justo con vanos argumentos.
22 Por tanto, el SEÑOR, que redimió a Abraham, dice así acerca de la casa de Jacob: "Jacob no será ahora avergonzado, ni palidecerá ahora su rostro,
23 Porque cuando vea a sus hijos, la obra de Mis manos, en medio suyo, Ellos santificarán Mi nombre. Ciertamente, santificarán al Santo de Jacob, Y tendrán temor al Dios de Israel.
24 Los descarriados de espíritu conocerán la verdad, Y los murmuradores aceptarán instrucción."