1 "Consuelen, consuelen a Mi pueblo," dice su Dios.
2 "Hablen al corazón de Jerusalén Y díganle a voces que su lucha ha terminado, Que su iniquidad ha sido quitada, Que ha recibido de la mano del SEÑOR El doble por todos sus pecados."
3 Una voz clama: "Preparen en el desierto camino al SEÑOR; Allanen en la soledad calzada para nuestro Dios.
4 Todo valle sea elevado, Y bajado todo monte y collado; Vuélvase llano el terreno escabroso, Y lo abrupto, ancho valle.
5 Entonces será revelada la gloria del SEÑOR, Y toda carne (toda persona) a una la verá, Pues la boca del SEÑOR ha hablado."
6 Una voz dijo: "Clama." Entonces él respondió: "¿Qué he de clamar?" Que toda carne (todo ser viviente) es como la hierba, y todo su esplendor es como la flor del campo.
7 Se seca la hierba, se marchita la flor Cuando el aliento del SEÑOR sopla sobre ella; En verdad el pueblo es hierba.