8 Saquen al pueblo ciego, aunque tiene ojos, Y a los sordos, aunque tienen oídos.
9 Todas las naciones a una se han reunido Y se han congregado los pueblos. ¿Quién de ellos declarará esto Y nos proclamará las cosas anteriores? Que presenten sus testigos y que se justifiquen, Que oigan y digan: "Es verdad."
10 "Ustedes son Mis testigos," declara el SEÑOR, "y Mi siervo a quien he escogido, Para que Me conozcan y crean en Mí, Y entiendan que Yo soy. Antes de Mí no fue formado otro dios, Ni después de Mí lo habrá.
11 Yo, Yo soy el SEÑOR, Y fuera de Mí no hay salvador.
12 Yo soy el que lo he anunciado, he salvado y lo he proclamado, Y no hay entre ustedes dios extraño. Ustedes, pues, son Mis testigos," declara el SEÑOR, "y Yo soy Dios.
13 Aun desde la eternidad, Yo soy, Y no hay quien libre de Mi mano. Yo actúo, ¿y quién lo revocará?"
14 Así dice el SEÑOR su Redentor, el Santo de Israel: "Por su causa envié a Babilonia E hice descender como fugitivos a todos ellos, Es decir, a los Caldeos, en las naves de las cuales se gloriaban.