1 Por amor de Sion no callaré, Y por amor de Jerusalén no me estaré quieto, Hasta que salga su justicia como resplandor, Y su salvación se encienda como antorcha.
2 Entonces verán las naciones tu justicia, Y todos los reyes tu gloria, Y te llamarán con un nombre nuevo, Que la boca del SEÑOR determinará.
3 Serás también corona de hermosura en la mano del SEÑOR, Y diadema real en la palma de tu Dios.
4 Nunca más se dirá de ti: "Abandonada," Ni de tu tierra se dirá jamás: "Desolada;" Sino que se te llamará: "Mi deleite está en ella," Y a tu tierra: "Prometida." Porque en ti se deleita el SEÑOR, Y tu tierra tendrá esposo.