2 Como ellos se acuerdan de sus hijos, Así se acuerdan de sus altares y de sus Aseras (deidades femeninas) Junto a los árboles frondosos, en las altas colinas.
3 Oh montaña Mía en el campo, Entregaré al saqueo tus riquezas y todos tus tesoros, A causa del pecado de tus lugares altos en todo tu territorio.
4 Y por tu causa harás que se pierda la heredad Que Yo te di; Te haré servir a tus enemigos En un país que no conoces; Porque has prendido un fuego en Mi ira Que arderá para siempre.
5 Así dice el SEÑOR: "Maldito el hombre que en el hombre confía, Y hace de la carne su fortaleza (brazo), Y del SEÑOR se aparta su corazón.
6 Será como arbusto en lugar desolado Y no verá cuando venga el bien; Habitará en pedregales en el desierto, Una tierra salada y sin habitantes.
7 Bendito es el hombre que confía en el SEÑOR, Cuya confianza es el SEÑOR.
8 Será como árbol plantado junto al agua, Que extiende sus raíces junto a la corriente; No temerá cuando venga el calor, Y sus hojas estarán verdes; En año de sequía no se angustiará Ni cesará de dar fruto.