7 "Y después," declara el SEÑOR, "a Sedequías, rey de Judá, a sus siervos, al pueblo y a los que sobrevivan en esta ciudad de la pestilencia, de la espada y del hambre, los entregaré en manos de Nabucodonosor, rey de Babilonia, en manos de sus enemigos y en manos de los que buscan sus vidas; y él los herirá a filo de espada. No los perdonará ni les tendrá piedad ni compasión."'
8 "También dirás a este pueblo: 'Así dice el SEÑOR: "Ahora pongo delante de ustedes el camino de la vida y el camino de la muerte.
9 "El que se quede en esta ciudad morirá a espada, de hambre y de pestilencia; pero el que salga y se entregue a los Caldeos que los sitian, vivirá, y tendrá su propia vida como botín.
10 "Porque he puesto Mi rostro contra esta ciudad para mal, y no para bien," declara el SEÑOR. "Será entregada en manos del rey de Babilonia, quien le prenderá fuego."'
11 "Entonces dile a la casa del rey de Judá: 'Oigan la palabra del SEÑOR,
12 Casa de David, así dice el SEÑOR: "Hagan justicia cada mañana, Y liberen al despojado de manos de su opresor, No sea que Mi furor salga como fuego, Y arda y no haya quien lo apague, A causa de la maldad de las obras de ustedes.
13 Yo estoy contra ti, moradora del valle, Roca de la llanura," declara el SEÑOR, "Los que dicen: '¿Quién descenderá contra nosotros? ¿Quién entrará en nuestras moradas?'