14 Y llenaré con abundancia el alma de los sacerdotes, Y Mi pueblo se saciará de Mi bondad," declara el SEÑOR.
15 Así dice el SEÑOR: "Se oye una voz en Ramá, Lamento y llanto amargo. Raquel llora por sus hijos; Rehúsa ser consolada, por sus hijos Que ya no existen."
16 Así dice el SEÑOR: "Reprime tu voz del llanto, Y tus ojos de las lágrimas; Hay pago para tu trabajo," declara el SEÑOR, "pues volverán de la tierra del enemigo.
17 Y hay esperanza para tu porvenir," declara el SEÑOR, "los hijos volverán a su territorio.
18 Ciertamente he oído a Efraín lamentarse: 'Me has castigado, y castigado fui Como becerro indómito. Hazme volver para que sea restaurado, Pues Tú, SEÑOR, eres mi Dios.
19 Porque después que me aparté, me arrepentí, Y después que comprendí, me di golpes en el muslo; Me avergoncé y también me humillé, Porque llevaba el oprobio de mi juventud.'
20 ¿No es Efraín Mi hijo amado? ¿No es un niño encantador? Pues siempre que hablo contra él, Lo recuerdo aún más. Por eso Mis entrañas se conmueven por él, Ciertamente tendré de él misericordia," declara el SEÑOR.