6 Jeremías fue entonces a Gedalías, hijo de Ahicam, en Mizpa, y se quedó con él en medio del pueblo que había quedado en la tierra.
7 Y todos los jefes de las tropas que estaban en el campo, ellos y sus hombres, oyeron que el rey de Babilonia había puesto a Gedalías, hijo de Ahicam, para gobernar la tierra, y que le había encomendado los hombres, mujeres y niños y los más pobres de la tierra que no habían sido deportados a Babilonia.
8 Fueron, pues, a Gedalías en Mizpa, junto con Ismael, hijo de Netanías, y Johanán y Jonatán, hijos de Carea, y Seraías, hijo de Tanhumet, y los hijos de Efai el Netofatita, y Jezanías, hijo de un Maacateo, ellos y sus hombres.
9 Entonces Gedalías, hijo de Ahicam, hijo de Safán, les juró a ellos y a sus hombres: "No teman servir a los Caldeos; quédense en la tierra y sirvan al rey de Babilonia, y les irá bien.
10 "Así que, por mi parte, yo me quedaré en Mizpa para estar en lugar de ustedes delante de los Caldeos que vengan a nosotros. Pero en cuanto a ustedes, recojan vino y frutos de verano y aceite, y guárdenlos en sus vasijas, y habiten en las ciudades que han tomado."
11 También todos los Judíos que estaban en Moab, Amón, y Edom, y los que estaban en todos los demás países, oyeron que el rey de Babilonia había dejado un remanente en Judá y que había puesto para gobernar sobre ellos a Gedalías, hijo de Ahicam, hijo de Safán.
12 Entonces todos los Judíos regresaron de todos los lugares donde habían sido dispersados, y vinieron a la tierra de Judá, a Gedalías en Mizpa, y recogieron vino y frutos de verano en gran abundancia.