2 Por tanto, vienen días," declara el SEÑOR, "En que haré que se oiga el grito de guerra Contra Rabá de los Amonitas, Y será convertida en montón de ruinas, Y sus ciudades serán incendiadas. Entonces se apoderará Israel de los que lo poseían," dice el SEÑOR.
3 "Gime, Hesbón, porque Hai ha sido destruida. Clamen, hijas de Rabá, Cíñanse de cilicio y laméntense, Corran de un lado a otro por entre los muros, Porque Milcom irá al destierro Junto con sus sacerdotes y sus príncipes.
4 ¡Cómo te jactas de los valles! Tu valle se desvanece, Hija infiel, La que confía en sus tesoros, diciendo: '¿Quién vendrá contra mí?'
5 Traigo sobre ti terror," Declara el Señor, DIOS de los ejércitos, "de todos tus alrededores; Y serán lanzados cada uno delante de sí, Y no habrá quien reúna a los fugitivos.
6 Pero después restauraré El bienestar de los Amonitas," Declara el SEÑOR.
7 Acerca de Edom. Así dice el SEÑOR de los ejércitos: "¿No hay ya sabiduría en Temán? ¿Se ha perdido el consejo de los prudentes? ¿Se ha corrompido su sabiduría?
8 Huyan, vuelvan, moren en las profundidades, Habitantes de Dedán, Porque la ruina de Esaú traeré sobre él Al momento de castigarlo.