8 Saeta mortífera es su lengua, Engaño habla; Con su boca habla cada uno de paz a su prójimo, Pero dentro de sí le tiende emboscada.
9 Por estas cosas ¿no los castigaré?" declara el SEÑOR. "De una nación como ésta ¿No se vengará Mi alma?
10 "Alcen por los montes lloro y lamentación, Y una elegía por los pastos del desierto, Porque han sido desolados; nadie pasa por ellos , Ni se oye el bramido del ganado; Desde las aves del cielo hasta las bestias han huido, se han ido.
11 Haré de Jerusalén un montón de ruinas, Una guarida de chacales, Y de las ciudades de Judá una desolación, sin habitante."
12 ¿Quién es el hombre sabio que entienda esto? ¿A quién ha hablado la boca del SEÑOR que pueda declararlo? ¿Por qué está arruinado el país, desolado como un desierto sin que nadie pase por él?
13 El SEÑOR respondió: "Porque han abandonado Mi ley que puse delante de ellos, y no han obedecido Mi voz ni andado conforme a ella,
14 sino que han andado tras la terquedad de sus corazones y tras los Baales, tal como sus padres les enseñaron."