19 Rico se acuesta, pero no volverá a serlo; Abre sus ojos, y ya no hay nada.
20 Lo alcanzan los terrores como una inundación; De noche lo arrebata un torbellino.
21 Se lo lleva el viento del este, y desaparece, Pues como torbellino lo arranca de su lugar.
22 Sin compasión se arrojará contra él; Ciertamente él tratará de huir de su poder.
23 Batirán palmas por su ruina, Y desde su propio lugar le silbarán.