18 Cuando el SEÑOR les levantaba jueces, el SEÑOR estaba con el juez y los libraba de mano de sus enemigos todos los días del juez. Porque el SEÑOR se compadecía por sus gemidos a causa de los que los oprimían y afligían.
19 Pero cuando moría el juez, ellos volvían atrás y se corrompían aún más que sus padres, siguiendo a otros dioses, sirviéndoles (adorándolos) e inclinándose ante ellos. No dejaban sus costumbres ni su camino obstinado.
20 Entonces se encendió la ira del SEÑOR contra Israel, y dijo: "Por cuanto esta nación ha quebrantado Mi pacto que ordené a sus padres, y no ha escuchado Mi voz,
21 tampoco Yo volveré a expulsar de delante de ellos a ninguna de las naciones que Josué dejó cuando murió,
22 para probar por medio de ellas a Israel, a ver si guardan o no el camino del SEÑOR, y andan en él como lo hicieron sus padres."
23 Así pues, el SEÑOR permitió que aquellas naciones se quedaran allí, sin expulsarlas enseguida, ni las entregó en manos de Josué.