10 Y vino sobre él el Espíritu del SEÑOR, y juzgó a Israel. Cuando salió a la guerra, el SEÑOR entregó en su mano a Cusán Risataim, rey de Mesopotamia, y su poder prevaleció sobre Cusán Risataim.
11 La tierra tuvo descanso por cuarenta años. Y murió Otoniel, hijo de Quenaz.
12 Los Israelitas volvieron a hacer lo malo ante los ojos del SEÑOR. Entonces el SEÑOR fortaleció a Eglón, rey de Moab, contra Israel, porque habían hecho lo malo ante los ojos del SEÑOR.
13 Y Eglón reunió consigo a los Amonitas y Amalecitas. Fue y derrotó a Israel, y se apoderaron de la Ciudad de las Palmeras (Jericó).
14 Y los Israelitas sirvieron a Eglón, rey de Moab, por dieciocho años.
15 Pero los Israelitas clamaron al SEÑOR, y el SEÑOR les levantó un libertador, a Aod, hijo de Gera, el Benjamita, el cual era zurdo. Y los Israelitas enviaron tributo con él a Eglón, rey de Moab.
16 Aod se hizo una espada de dos filos, de un codo (45 cm) de largo, y la ató a su muslo derecho debajo de la ropa.