8 El rey que se sienta sobre el trono del juicio, Disipa con sus ojos todo mal.
9 ¿Quién puede decir: "Yo he limpiado mi corazón, Limpio estoy de mi pecado"?
10 Pesas desiguales y medidas desiguales, Ambas cosas son abominables al SEÑOR.
11 Aun por sus hechos un muchacho se da a conocer Si su conducta es pura y recta.
12 El oído que oye y el ojo que ve, Ambos los ha hecho el SEÑOR.
13 No ames el sueño, no sea que te empobrezcas; Abre tus ojos y te saciarás de pan.
14 "Malo, malo," dice el comprador, Pero cuando se marcha, entonces se jacta.