2 ¡Cuán bienaventurados son los que guardan Sus testimonios, Y con todo el corazón Lo buscan!
3 No cometen iniquidad, Sino que andan en Sus caminos.
4 Tú has ordenado Tus preceptos, Para que los guardemos con diligencia.
5 ¡Ojalá mis caminos sean afirmados Para guardar Tus estatutos!
6 Entonces no seré avergonzado, Al considerar todos Tus mandamientos.
7 Con rectitud de corazón Te daré gracias, Al aprender Tus justos juicios.
8 Tus estatutos guardaré; No me dejes en completo desamparo.