1 Salmo de David. Oh SEÑOR, a Ti clamo, apresúrate a venir a mí. Escucha mi voz cuando Te invoco.
2 Sea puesta mi oración delante de Ti como incienso, El alzar de mis manos como la ofrenda de la tarde.
3 SEÑOR, pon guarda a mi boca; Vigila la puerta de mis labios.
4 No dejes que mi corazón se incline a nada malo, Para practicar obras impías Con los hombres que hacen iniquidad, Y no me dejes comer de sus manjares.
5 Que el justo me hiera con bondad y me reprenda; Es aceite sobre la cabeza; No lo rechace mi cabeza, Pues todavía mi oración es contra sus obras malas.
6 Sus jueces son lanzados contra los costados de la peña, Y oyen mis palabras, que son agradables.