1 Salmo de David. Oh SEÑOR, escucha mi oración, Presta oído a mis súplicas, Respóndeme por Tu fidelidad, por Tu justicia;
2 Y no entres en juicio con Tu siervo, Porque no es justo delante de Ti ningún ser humano.
3 Pues el enemigo ha perseguido mi alma, Ha aplastado mi vida contra la tierra; Me ha hecho morar en lugares tenebrosos, como los que hace tiempo están muertos.
4 Por tanto, en mí está agobiado mi espíritu; Mi corazón está turbado dentro de mí.
5 Me acuerdo de los días antiguos; En todas Tus obras medito, Reflexiono en la obra de Tus manos.
6 A Ti extiendo mis manos; Mi alma Te anhela como la tierra sedienta. (Selah)
7 Respóndeme pronto, oh SEÑOR, porque mi espíritu desfallece; No escondas de mí Tu rostro, Para que no llegue yo a ser como los que descienden a la sepultura.