9 También inclinó los cielos, y descendió Con densas tinieblas debajo de Sus pies.
10 Cabalgó sobre un querubín, y voló; Y rápido voló sobre las alas del viento.
11 De las tinieblas hizo Su escondedero, Su pabellón a Su alrededor; Tinieblas de las aguas, densos nubarrones.
12 Por el fulgor de Su presencia se desvanecieron Sus densas nubes En granizo y carbones encendidos.
13 El SEÑOR también tronó en los cielos, Y el Altísimo dio Su voz: Granizo y carbones encendidos.
14 El envió Sus flechas, y los dispersó, Y muchos relámpagos, y los confundió.
15 Entonces apareció el lecho de las aguas, Y los cimientos del mundo quedaron al descubierto A Tu reprensión, oh SEÑOR, Al soplo del aliento de Tu nariz.