2 Inclina a mí Tu oído, rescátame pronto; Sé para mí roca fuerte, Fortaleza para salvarme.
3 Porque Tú eres mi roca y mi fortaleza, Y por amor de Tu nombre me conducirás y me guiarás.
4 Me sacarás de la red que en secreto me han tendido; Porque Tú eres mi refugio.
5 En Tu mano encomiendo mi espíritu; Tú me has redimido, oh SEÑOR, Dios de verdad.
6 Aborrezco a los que confían en ídolos vanos; Pero yo confío en el SEÑOR.
7 Me gozaré y me alegraré en Tu misericordia, Porque Tú has visto mi aflicción; Has conocido las angustias de mi alma,
8 Y no me has entregado en manos del enemigo; Tú has puesto mis pies en lugar espacioso.