1 Para el director del coro. Salmo de David. Esperé pacientemente al SEÑOR, Y El se inclinó a mí y oyó mi clamor.
2 Me sacó del hoyo de la destrucción, del lodo cenagoso; Asentó mis pies sobre una roca y afirmó mis pasos.
3 Puso en mi boca un cántico nuevo, un canto de alabanza a nuestro Dios. Muchos verán esto, y temerán Y confiarán en el SEÑOR.
4 Cuán bienaventurado es el hombre que ha puesto en el SEÑOR su confianza, Y no se ha vuelto a los soberbios ni a los que caen en falsedad.