9 Aun mi íntimo amigo en quien yo confiaba, El que de mi pan comía, Contra mí ha levantado su talón.
10 Pero Tú, oh SEÑOR, ten piedad de mí y levántame, Para que yo les pague como se merecen.
11 En esto sabré que conmigo Te complaces, Que mi enemigo no cante victoria sobre mí.
12 En cuanto a mí, me mantienes en mi integridad, Y me afirmas en Tu presencia para siempre.
13 Bendito sea el SEÑOR, Dios de Israel, Desde la eternidad hasta la eternidad. Amén y amén.