16 Vengan y oigan, todos los que temen (reverencian) a Dios, Y contaré lo que El ha hecho por mi alma.
17 Con mi boca clamé a El, Y ensalzado fue con mi lengua.
18 Si observo iniquidad en mi corazón, El Señor no me escuchará.
19 Pero ciertamente Dios me ha oído; El atendió a la voz de mi oración.
20 Bendito sea Dios, Que no ha desechado mi oración, Ni apartado de mí Su misericordia.