12 Miren, estos son los impíos, Y, siempre desahogados, han aumentado sus riquezas.
13 Ciertamente en vano he guardado puro mi corazón Y lavado mis manos en inocencia,
14 Pues he sido azotado todo el día Y castigado cada mañana.
15 Si yo hubiera dicho: "Así hablaré," Habría traicionado a la generación de Tus hijos.
16 Cuando pensaba, tratando de entender esto, Fue difícil para mí,
17 Hasta que entré en el santuario de Dios; Entonces comprendí el fin de ellos.
18 Ciertamente Tú los pones en lugares resbaladizos; Los arrojas a la destrucción.