10 ¿Por qué han de decir las naciones: "¿Dónde está su Dios?" Sea notoria entre las naciones, a nuestra vista, La venganza por la sangre derramada de Tus siervos.
11 Llegue a Tu presencia el gemido del cautivo; Conforme a la grandeza de Tu poder preserva a los condenados a muerte.
12 Y devuelve a nuestros vecinos siete veces en su seno La afrenta con que Te han ofendido, Señor.
13 Y nosotros, pueblo Tuyo y ovejas de Tu prado, Te daremos gracias para siempre; A todas las generaciones hablaremos de Tu alabanza.